viernes, 18 de marzo de 2011

TESTAMENTO VITAL ¿MIEDO A CÓMO VIVIR?

Hace un par de días, me han involucrado en un testamento vital, o instrucciones previas. Como no sabía muy bien qué era, he curioseado y leído por ahí.
Para trabajar en una residencia, desde hace más de doce años, he visto pocos, muy pocos. Uno o ninguno, que diría el otro.
Aunque es lógico, pues es un documento relativamente joven, que responde a una inquietud presente en la población actual. Antes se morían "demasiado pronto". Ahora perciben que no se les deja morir en paz.

Creo que la existencia de este documento, nos tiene que hacer pensar. La medicina, los cuidados, han avanzado mucho. Aunque no tanto como para librarnos de enfermedades degenerativas, tumores, trastornos graves irreversibles, etc. Pero lo suficiente para, en determinados casos, mantenernos "ahí" por tiempo indefinido.
Antes vivías o morías. Pocos se quedaban a medio camino. No teníamos que plantearnos ser una carga para la familia -no tanto como ahora-. No nos preocupaba qué sería de nosotros si nos quedábamos como vegetales.
Los avances de la técnica, de la ciencia, nos obligan a examinar nuevas posibilidades.
Nos preguntamos si es lícito alargar la vida de manera artificial, nuestra vida, si somos irrecuperables "en ese momento".
En la actualidad, estamos aferrándonos al futuro, a próximos avances. Esos que están a punto pero no dan llegado, para no afrontar un tema tan tabú como es la muerte. Hasta en medicina, hasta en la propia familia hay que saber cuando dejar marchar.
Nos podemos preguntar si no nos mueve el egoismo, cuando buscamos en la medicina y sus cuidados, tener a nuestros amados postrados, sondados, controlados telemáticamente. Sólo porque no podemos afrontar que se vayan. Porque no sabemos cómo haremos ante un nuevo amanecer sin esa persona.
Ya no hablo del apartado de estas instrucciones previas, que hablan de que les proporcionen tratamientos para el dolor, aunque acorten la vida. O de la eutanasia activa -por si en el momento crítico está autorizada-.
La muerte no es un tema agradable, fácil. Ni lo que la rodea. La discapacidad grave, la dependencia de los demás, hasta para las actividades más íntimas y básicas. Quizá sea más tabú cómo quedar, más que morir en si.
Incluso aquí, en la residencia, donde lidiamos con la dependencia y la muerte, no se aborda con la soltura que nuestros mayores merecen. A una persona de noveta y dos años, grave, que siente que la vida se va, no le podemos negar la mayor. Por esquivar el tema y repetir el "¡Qué te vas a morir!" no desaparece la posibilidad más que real de que no supere la situación.
Debería abrirse un debate interno, en las parejas, las familias, sobre qué opinan sobre su futuro. Sobre qué hacer en esas ocasiones. Porque podemos creer que querría lo que nosotros y no ser así.
Hay temas molestos e incómodos que tienen que ponerse sobre la mesa. Con respeto, tranquilidad y reflexión propia. Dar a conocer qué queremos que hicieran con nosotros. Aliviar esa responsabilidad en nuestros seres queridos.
Hablemos de la vida, de la muerte y de lo que las rodea.

2 comentarios:

  1. Creo que ese es el momento. Pero la muerte y lo que le rodea es tema tabú.
    Todos debemos ser inmortales, jóvenes, guapos, etc.
    La vejez, la enfermedad, la fase terminal, es feo, no gusta hablar.
    Tonterías, como si se llamara a la muerte por hablar de ella.
    Nos queda mucho por hablar en las familias.

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  2. Buenas tardes,
    muy interesante el post. Nuestro equipo de investigación ha creado un espacio donde recopilar información sobre el testamento vital para ponerlo a disposición de los ciudadanos. Además hemos creado apartados donde generar discusión sobre el tema entre las personas y también para que los ciudadanos pueda subir documentos, enlaces o información que consideren relevante.

    Visiten nuestra web si están interesados: www.testamentovital.net
    Un saludo

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