domingo, 9 de noviembre de 2014

Te vas a desgastar de tanto lavarte

A vueltas, últimamente, con las enfermedades que transmitimos, nos transmiten, se transmiten y múltiples tiempos verbales y personas, nunca debemos cansarnos de prevenir. De prevenir males mayores.

Un gran vehiculizador de los contagios, es el propio sanitario, que va y viene de un paciente a otro. Como todos tenemos ya claro, gracias a nuestro amigo el ébola, la seguridad 0 no existe en nuestro mundo.

Y los fisioterapeutas no somos ajenos a ese riesgo. No sólo por el ébola. A lo largo de la jornada, nos movemos de persona a persona, de paciente a paciente, de planta en planta. Subimos, bajamos, recibimos en la consulta.

Los pacientes se visten y desvisten, les tocamos, les enseñamos ejercicios respiratorios, manejamos curas, sondas, etc.

Nunca debemos olvidar que, por muy sanos que parezcan, la higiene es lo primero. Prevenir ser puente entre pacientes es vital, para disminuir las posibilidades de contagio.

Ya se que nos lavamos las manos doscientas o trescientas veces al día. Pero bueno es recordar que de un paciente a otro, las manos si importan.



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